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Las mejores aplicaciones e inventos han surgido durante las guerras. Ya sea que fueran herramientas que se utilizaran para hacer daño, o para hacer un bien, pero la mayoría de las ocasiones fueron inventadas durante una guerra. Por ejemplo las radiografias fueron inventadas durante la Guerra del Mar Oceánico, cuando nadie sabía incluso que allí había una guerra llevándose a cabo.

La mañana en la que ese instrumento fue descubierto, algunos doctores necesitaban saber que era lo que había dentro de un paciente que estaba loco, y descubrieron que una astilla le había entrado por la nariz hasta tocar su cerebro creando así una hemorragia interna. Al paciente lo operaron y regresó a su normalidad, pero años después dieron a conocer esa nueva herramienta al resto del mundo, ni siquiera Estados Unidos o Japón pudieron creer que tal invento había resultado de algo tan rápido, estos dos países habían intentado lograr crear algo parecido a las radiografias desde muchos años atrás, sin dar con algún resultado.

Entonces, cuando el nuevo invento fue presentado ante todo el mundo, se ocasionó otra guerra que terminaría con dos tercias partes de la población del mundo. Eso fue debido a que algunas personas le daban los derechos y la patente al país que originalmente había creado la radiologia y otros pensaban que era el país que había inventado las otras. Sin embargo, después de que se perdieron esas dos tercias partes de población, las cosas mejoraron, de hecho mejoraron tanto que ya después nadie se quejó acerca de haber perdido a tantas personas por una guerra.

El aire era más puro en todo el globo, los trabajos abundaban y se dejó de hacer publicidad porque ya no era ni siquiera necesario, ahora los modelos de producción se enfocaban en hacer piezas y productos de calidad, así que todo era vendido. Además, como habían dejado de existir cientos de miles de millones de personas, hubo muchas cosas que dejaron, o sea que había propiedades, muebles y riquezas que estaban siendo redistribuidas por todo el mundo.

Un equipo de radiologia te lo podían dar de un día al otro, así que no importaba si fueras rico o pobre, sencillamente había para todos, y había bien. Entonces por primera vez dentro de muchos años, el mundo había cambiado para bien, y las cosas materiales ya no eran tan importantes.

Algunos decían que habíamos involucionado a la humanidad, otros pensaban que se había evolucionado y nadie concordaba con lo que acababa de suceder, también el idioma se mejoró, de repente todos aprendieron a hablar español.

Lo único malo, es que hubo algunos inventos que dejaron de funcionar, como el internet, la televisión y los cines. Pero fuera de eso todo lo demás estaba funcionando igualito que antes, también había condones y todo lo referente a la salud, así que los humanos nos dejamos de reproducir tanto. Después de eso, se inicio una nueva ley mundial que no permitía a ningún hombre o mujer tener más de un hijo, ni siquiera casándose dos veces. Eso lo hicieron para prevenir que el mundo se volviera a sobrepoblar de nuevo.

A algunas personas no les gustó que les quitaran el derecho de tener la cantidad de hijos que quisieran tener, pero muchos lo aceptaron. Hubo grandes pensadores que lo tomaron como una señal de respeto para el mundo, ya que recordaban cómo antes estaba tan sobrepoblado y los recursos estaban acabándose.




 
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Una vez me encontré un equipo de rayos x en la azotea, estaba varado entre el tanque del gas y los tanques del agua, también estaba enfrente del boiler y detrás de la lavadora. Pensé “ya era hora santa”, debido a que cuando tenía nueve años le había escrito una carta a Santa Claus pidiéndole uno de esos costosos equipos, pero esa vez me mando muy lejos y me trajo una bota de dulces de esas que botan y botan.

En fin, me puse muy contento de que al final Santa me hubiera traído lo que hacía años le había pedido, para ser precisos… hacía 32 años que le había escrito esa carta, lo recuerdo muy, pero muy bien. Cuando era un niño, ni siquiera sabía para que quisiera un equipo de rayos x pero lo quería, lo añoraba, todas esas máquinas unidas en una sola formación, con sonidos futurísticos, color blanco, textura metálica (de esas que parecen como parte de una protección blindada contra balas), estaba fascinado con esas máquinas.

Una vez, incluso, mucho tiempo después había compuesto una canción de una máquina, se llamaba la “maquina mo 14” y a su vez era parte de una historia de ciencia ficción. Cuando escribí la letra, me imagine una película o de perdida un cortometraje, de cierta manera es parecida a las maquinas que hacen radiologias, pero realmente no tanto.

Esta máquina de la que hablo es capaz de curar enfermedades que los humanos tenemos, pero es si, México está muy avanzado el día que inventan esta herramienta, más o menos dentro de 200 años. El gobierno de Peña Nieto ya ni siquiera existe, es más, ni siquiera hay indicios de que el PRI exista en ese futuro del que hablo.

En fin, la maquina, puede curar las enfermedades así como ya mencioné, solamente que siempre tiene que pedir algo a cambio, y son dos cosas la primera es que el paciente no puede utilizar alguna anestesia, y debido a que hay muchas enfermedades que son curables mediante cirugías, entonces es obvio que el paciente tiene que sufrir mucho.

No importa si se tienen las radiologias de cada paciente, no importa si son personas viejas, niños, o bebés, tampoco si son mujeres embarazadas, niños con cáncer, tampoco importa si los usuarios tienen Sida, o VIH, cualquier tipo de enfermedad la puede curar.

También puede hacer nuevos tejidos, en dado caso de que alguien haya perdido alguna extremidad o alguna parte del cuerpo, la máquina de la que hablo es capaz de volver a regenerar esos tejidos durante la misma operación, sin embargo esto implica que los pacientes tienen que permanecer más tiempo dentro de esa máquina, lo cual es como una pesadilla.

Otra de las necesidades de la máquina para operar a alguien es que cualquier paciente que ésta esté operando debe de llorar, llorar mucho ya que sus lágrimas son recopiladas con un “recopilador de lágrimas” que se coloca junto a la cara del paciente, y hay un químico que la máquina ha encontrado en éstas, que es como su combustible.

Y no hay otra manera de conseguir este “combustible” ya que además de eso, le permite a la máquina identificar al usuario que esté montado en ella, y además de allí extrae ciertas células que le permiten recrear los tejidos, lo cual es demasiado importante.



 
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Entonces, un día decidí que quería ser “artista”, y parecía la decisión más lógica que hubiera podido tomar. Sin embargo no fue así, lo fácil fue tomar la decisión, pero lo difícil ha sido mantenerla durante los últimos 5 o seis años, ya que al tomar decisiones así te echas a un mundo encima.

De entrada, nadie quiere que uno sea artista, te lo dicen desde los conocidos, después los amigos, las novias, la familia, la familia de la familia, los que te entregan las radiografias, los médicos, los meseros, las iglesias, los pensamientos en facebook, y todo lo que pueda contener alguna molécula de información.

Muchas veces he pensado en dejar de ser artista, pero si dejara de ser artista, entonces tendría que dejar a un lado como un ochenta por ciento de mis deseos y sueños en esta vida, y olvidarme de la felicidad que para mi implica ser un artista, y luchar por serlo, porque siendo feliz uno puede luchar por muchas cosas, pero no es posible al revés. Entonces fui a que me sacaran una radiologia para ver si todo estaba bien por adentro.

Los doctores, y los especialistas me decían que todo estaba bien, pero aún así yo sentía como una “bolita” en mis pensamientos. Así duré un año y medio, hasta que un día fui con un psicólogo y le pregunte al respecto de esa “bolita” que ocupaba mis pensamientos y preocupaciones. Él me dijo que eso que yo tenía era meramente lo que yo decía, una “bolita” en mis pensamientos, o sea que no era real, que eran mis preocupaciones y pensamientos negativos tratando de hacerse “tangibles” y que de cierta manera es una forma de defenderse, aunque a la vez también de autodestruirse.

Entonces, esa vez me quede pensando un millón de cosas, o es más, dos millones punto treinta y cuatro, porque esa será la edad en la que logre mis sueños pensé. Y sí, después de eso, comencé a dejar de pensar en esa “bolita” y lo logré, afortunadamente y curiosamente me convertí en artista y eso que ni siquiera tengo 34 años, solamente tengo 24.

Dejé de hacerme radiologías y las cosas mejoraron indudablemente, los nervios se tranquilizaron, la sangré galopó de una manera más elocuente y mi hablar se convirtió en un placer, y no como antes, que era una monserga. Una vez me encontré a uno de mis doctores comprando un licuado a unas cuadras de mi casa, y me preguntó que si como estaba todo, a lo que le respondí “¿lo conozco?”

Pero no es que me guste ser mala persona, sino que a veces es mejor deshacerse de los problemas así, solamente no pensar en los problemas es como una barrera para que no pasen, es como liberar la mente, los problemas de cualquier manera siempre van a existir, es parte de la naturaleza humana, lo que no debe de existir es el stress, ni las malas radiografias.

Ni siquiera les he dicho que tipo de artista soy, eso es obvio, soy el artista de la mitomanía, de lo inexistente siendo existente, del hambre que no hay convirtiéndose en una llenadera, en otras palabras, soy un poeta. Pero una especie de poetas que no quiere vivir de su arte, tampoco quiere regalarla, solamente quiere que exista y que la gente pueda conocerla.