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Ahí estaba realizando mi trabajo, mi función era estar en la azotea de un edificio vigilando las calles que estaban abajo. Las calles estaban llenas de gente pues había una festividad en la que los ciudadanos salían a recorrer las calles, comprar cosas, escuchar música o sacarse radiografías gratis, yo no sabía que se celebraba ese día, solo sabía que tenía que cuidar que nadie hiciera cosas malas, o se aprovechara de la gente que iba tranquila a pasearse por las calles de la ciudad.

Normalmente nunca se reportaban casos de violencia o de crimen en este tipo de festividades pero por eso no podíamos bajar la guardia. En la esquina que estaba vigilando, justo en la calle había un show de payaso, había una gran cantidad de personas viendo a los payasos haciendo sus bromas y sus trucos. Por lo mismo de que había tanta gente debía poner más atención. Abajo tenía a gente que me apoyaba por si veía algún sospechoso. En eso entre la gente pasó un señor que llevaba un equipo para rayos x iba pasando entre la multitud. La gente se molestó con el señor pues abarcaba mucho espacio. El señor solo iba checando que no le fuera a pegar a alguna persona y lastimar sus tobillos con una máquina con la que le revisaran si hubo una lesión.

No pasaba nada, la noche transcurría muy tranquila la gente iba de un lado a otro, bailaba danzón con la banda más antigua de danzón que había dado este  estado, tenía un reelevo para ir a comprar algo de comer, así que bajé,  igual debía de estar atento mientras iba a comprar mi comida, lo malo es que todos los lugares estaban llenos había bastante gente y no tenía mucho tiempo para comer, sabía de una señora que se ponía en una calle que no pasaba tanta gente pero que los paseantes que tenían hambre iban a ir, cuando llegue la señora vendía de todo y no tenía más que tres personas, comí algo ahí y regresé , me quedaban unos 20 minutos para que se terminará mi descanso, así que caminé con toda tranquilidad. Iba caminando y pasó el señor que llevaba el equipo para rayos x igual moviendose entre la multitud. Sabía lo que llevaba porque eso decía en la tela con la que estaba cubriendo lo que llevaba.

Seguí caminando y vi a un perro disfrazado de mimo, era el perro de los mimos que justo en ese momento estaban haciendo su número en el escenario improvisado que habían montado, el perro llevaba un gorro, la blusa negra y pantalones de color negro, se veía bastante gracioso. Era callejero, de esos que no tienen raza y son un mestizaje de caninos de la calle. Pasé por el puesto para hacerse radiografias, la gente estaba muy interesada en realizarse estas pruebas para checar que sus huesos estuvieran bien era la primera vez en esta festividad que algo así se montaba en plena calle, pero bueno les funcionó bastante bien. seguí caminando ya e quedaba poco tiempo de descanso, así que llegue al edificio desde donde me tocaba vigilar, subí hasta la azotea, antes me había comprado un café y regresé a mi turno de vigilancia con un un café, ya con eso podía decir que estaba tranquilo







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