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El día de ayer las canciones parecían ir muy lento, demasiado lento ya que no había un buen reproductor, uno que supiera realmente cuál era el “tempo” que las canciones que me gustan llevan. Por eso es que me compré este nuevo reproductor llamado el “iad45ks”, lo cual es perfecto. Es perfecto debido a que el creador de este reproductor también había creado, durante los años ochentas unas soluciones de rayos x digitales que a su vez tenía la capacidad de pintar (siempre y cuando se le pusieran algunas pinturas, pinceles, un lienzo y una buena temática).

Eso me pareció algo fantástico, algo que no se había visto anteriormente sobre la faz de la tierra, creo que desde entonces quedé completamente maravillado con la capacidad de el señor que inventó todo eso: le dicen “el cuervo” y no tiene muchas ganas de hablar nunca en público, lo cual me parece un poco extraño ya que si él quisiera pudiera explayarse y darles a todos una lección sobre lo que realmente es “componer” nuevos equipos, así como cuando elaboró aquellas soluciones de peliculas analogicas en los años ochentas, era algo realmente innovador.

Pero en cuanto tiene a algún reportero enfrente (si no es que varios) entonces saca sus armas y no deja que nadie le pregunte nada, una vez vi un reportaje en el que un señor se acercaba a pedirle la hora y el inventor le dijo algo así como “No tengo ninguna necesidad de hablar con nadie, por favor aléjese de mí”.

Me quedé anonadado después de haberlo escuchado decir algo así, ya que el otro señor únicamente le iba a preguntar la hora, sin embargo, tengo que admitir que el inventor le dijo lo que le dijo de una manera muy sutil y amable, con mucho talento y sobre todo una alta “cordura”, eso por no mencionar la elegancia con la que continuaba caminando mientras que el señor que lo interrumpió y que pensaba además preguntarle algo sobre las soluciones de rayos x digitales parecía estar corriendo debido a los nervios, debido a la poca práctica del abordaje, de la manera en la que los “reporteros” siempre corren tras una noticia.

Creo que el día en que tenga alrededor de unos cincuenta y ocho años tendré que dejar en paz todos mis pensamientos si es que quiero disfrutar un poco de la vida “banal” y sin prisas. Mis prisas son día con día recorrer muchos kilómetros de pensamientos. LO cual no está tan bien, pero a su vez no está tan mal. Unas soluciones de peliculas analogicas han dicho que el tamaño de mi cerebro es lo que ocasiona que no deje de pensar tantas cosas raras durante todo el día, es como si de alguna manera tuviera un interruptor que se prende al abrir los ojos, sin embargo no es posible pararlo en un solo momento y mientras que las personas hablan a mi alrededor siempre hay algo que sostiene mi mirada hacia otros lados: es debido a que los pensamientos no paran, solamente una parte muy ligera de mi ser está con ellos, en las pláticas.

Solo que no hay mucho que se pueda hacer, debido a que una vez que se ha nacido de esta manera ya no es posible cambiar el curso de las cosas. Pero muchas personas entienden la manera de ser así, ya que no soy el único.






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